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TRUMP: UN FRENAZO AL SUEÑO AMERICANO.

  • Foto del escritor: Luis Onofa
    Luis Onofa
  • 16 nov 2024
  • 3 Min. de lectura

Se equivocan quienes piensan que América Latina, y en ella Ecuador, pasó ignorada durante la reciente campaña electoral por la presidencia de Estados Unidos. Al contrario, el “patio trasero” estuvo presente en todo el proceso, como muy pocas veces en el pasado. Sin embaro, el tema no fue el apoyo financiero, político, tecnológico que suelen esperar las élites de la región. Fue el freno a la migración.


Tanto Donal Trump como Kamala Harris, lo tuvieron presente a lo largo de sus giras proselitistas. El candidato ganador anticipó que lo que vendrá para la migración, uno de los problemas más agudos de América Latina y el Ecuador, no será siquiera el “Último día de despotismo y primero de lo mismo”,  frase popular en Ecuador durante el proceso independentista, con la que se quería significar que nada iba a cambiar. Será un garrote más duro, sin siquiera zanahoria.


Las deportaciones de inmigrante, que no son nuevas, apuntan a intensificarse y ser mas inhumanas que con Joseph Biden. El mandatario electo estadounidense anunció que Tom Homan retornará a la dirección del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), cuando asuma el poder en enero de 2025.


Durante el primer mandato de Trump (2016-2020), Homan fue uno de los impulsores de la política de “cero tolerancia”  contra los migrantes indocumentados en la frontera con México, lo que implicó deportaciones que separaron a niños migrantes de sus padres, acción duramente criticada en el ámbito internacional por violatoria de toda consideración humanitaria.


Durante la pasada campaña electoral, en la que apoyó a Trump, Homan anticipó lo que se viene. “Tengo un mensaje para los millones de inmigrantes ilegales que Joe Biden ha liberado en nuestro país en violación de la ley federal: es mejor que empiecen a empacar ahora”, advirtió, en un mitin en Milwuakee.


No involucrará “campos de concentración” ni redadas indiscriminadas en barrios residenciales, sino que se concentrará de manera sistemática en centros de trabajo y puntos específicos de detención. Comenzará con la expulsión de “criminales y amenazas a la seguridad nacional” para luego centrarse en indocumentados con órdenes de deportación pendientes.


El propio Trump alardeó xenofobia y racismo durante la campaña electoral cuando calificó a los migrantes como “criminales”, “alimañas” que “envenenan la sangre” de los estadounidenses y aportan “malos genes” y anticipó que pedirá “la pena de muerte para cualquier inmigrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de la ley”.


Las deportaciones suelen hacer trizas el “sueño americano” de millones de latinoamericanos. Arruinan su economía y sus finanzas. Los dejan con deudas de miles de dólares con bancos locales, adquiridas para pagar a los coyoteros que los llevan hasta la frontera con México. También dejan de alimentar las reservas internacionales de sus países de origen con la caída del monto de envíos de dólares de los migrantes.


Sin embargo, la migración ecuatoriana es creciente. Desde 2021, según datos del Ministerio del Interior de Ecuador hay un aumento significativo en la diferencia entre la cantidad de ecuatorianos que salen del país, especialmente a Estados Unidos, en comparación con los que llegan. En ese año se registró un déficit migratorio de 81.479, cifra 265% más alta que en 2019. En 2022, alcanzó a 99.361 registros. En 2023, subió a 121.335, y desde enero hasta julio de 2024, se registraban 99.753 más salidas que llegadas.


También las deportaciones han crecido. En 2023, cerca de 16.000 migrantes ecuatorianos fueron repatriados, principalmente desde Estados Unidos. Entre enero y julio de 2024, la cifra se situó en 7.737. Se esperaba que este número aumente en los siguientes meses debido a la aplicación de la orden ejecutiva expedida el 4 de junio por el  presidente Biden, que restringe el acceso de migrantes indocumentados a su país y permite a las autoridades migratorias expulsarlos de manera más rápida.


Otros datos muestran la agudización del fenómeno. De acuerdo el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, las aprensiones de ecuatorianos han crecido de manera sostenida, especialmente a partir de 2021. De enero a mayo de 2024, se han registrado más de 60.000 detensiones.


¿Qué respuesta han dado los gobiernos de Ecuador a ese problema? En los ultimos siete años, los migrantes ecuatorianos perdieron el respaldo político y jurídico que tuvieron en los diez años precedentes. La organización Migrantes 18000 sostiene que el actual mandatario Daniel Noboa no ha logrado frenar el fenómeno migratorio. No lo logrará, porque ni siquiera a paliado y menos resuelto la crisis que vive el país, motivo principal de la diáspora: los ecuatorianos huyen del desempleo y la inseguridad, y buscan mejores salarios.

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