Matantirun tirulán

Acto 1

Los súbditos preguntan al Rey Banana: «¿Qué deseaba su señoría?, matantirun tirulán».

El Rey Banana responde: «Yo deseaba a una de sus hijas, matantirun tirulán».

Preguntan los súbditos: «¿A cuál de ellas la deseaba?, matantirun tirulán».

Responde el Rey Banana: «Yo deseaba a Yvonnsita, matantirun tirulán».

Los súbditos: «¿Y en qué oficio le pondría?».

El Rey Banana: «En el oficio de Cantinflas mezclada con Chimoltrufia para que hable bonito, pero pendejadas, cuando las autoridades judiciales le cuestionen y le pregunten, como Ministra del Trabajo, en qué artículo de la Ley basó su ilegal decisión de sancionar a la vicepresidenta Verónica Abad con 150 días de suspensión.

Los súbditos: «Ese oficio sí le gusta, matantirun tirulán».

Acto 2

Los súbditos: «¿Qué deseaba su señoría?, matantirun tirulán».

El Rey Banana: «Yo deseaba a una de sus hijas, matantirun tirulán».

Los súbditos: «¿A cuál de ellas la deseaba?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a Inesita».

Los súbditos: «¿Y en qué oficio le pondría?».

El Rey Banana: «En el oficio de tonta útil; le nombraré Ministra de Energía encargada, y como no sabe nada del tema, contratará la provisión de electricidad con empresas fantasmas, no les pedirá garantías, no les hará ningún seguimiento, culpará a esas empresas de incumplimiento, les multará y así yo podré justificar mi inoperancia en la crisis energética del país.

Los súbditos: «Ese oficio sí le gusta, matantirun tirulán».

Acto 3

Los súbditos: «¿Qué deseaba su señoría?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a una de sus hijas».

Los súbditos: «¿A cuál de ellas la deseaba?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a Dianita».

Los súbditos: «¿Y en qué oficio le pondría?».

El Rey Banana: «En el oficio de alfombra, pues ella, para congraciarse conmigo, en calidad de Presidenta del Consejo Nacional Electoral, sin que siquiera yo le pida, saldrá con la brillante idea de que si el Rey no solicita licencia para hacer campaña electoral, igual podrían hacer los asambleístas. No tiene nada de legal, pero eso ¿a ella qué le importa?».

Los súbditos: «Ese oficio sí le gusta, matantirun tirulán».

Acto 4 

Los súbditos: «¿Qué deseaba su señoría?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a una de sus hijas».

Los súbditos: «¿A cuál de ellas la deseaba?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a Móniquita».

Los súbditos: «¿Y en qué oficio le pondría?».

El Rey Banana: En oficio de doña Tremebunda. Le nombraré ministra de Gobierno y luego del Interior; ella, a punta de gritos, amenazas y golpes en la mesa, hará hasta lo que ninguna dictadura lo hizo: invadir la embajada de un país amigo para secuestrar a un asilado político; mentir sobre la existencia de un plan de seguridad llamado Plan Fenix, mentir al país sobre las cifras de homicidios que le convierten en uno de los más peligrosos del mundo; así, estará allanando el camino a mi reelección.

Los súbditos: «Ese oficio sí le gusta, matantirun tirulán».

Acto 5

Los súbditos: «¿Qué deseaba su señoría?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a una de sus hijas».

Los súbditos: «¿A cuál de ellas la deseaba?».

El Rey Banana: «Yo deseaba a Ariannita».

Los súbditos: «¿Y en qué oficio le pondría?».

El Rey Banana: en el de sorda, ciega y muda para que, en su calidad de Ministra de la Mujer y Derechos Humanos, no oiga nada, no vea nada y no diga nada de lo que pasó a los cuatro niños de Guayaquil que desaparecieron tras un operativo militar.

Los súbditos: «Ese oficio sí le gusta, matantirun tirulán».

Pues hagamos la fiesta entera

Con el Rey Banana en la mitad

Reelección asegurada

Que el país no importa nada

Los florindos a aplaudir como focas

¡Y a los ricos ni les tocas!